La mediación llega a nuestro centro educativo hace más de 15 años, como forma alternativa a la punitiva, para resolver conflictos.
En los primeros años nos encontramos con dificultades como la falta de formación, tanto del profesorado como del alumnado en esta materia. A esto se unía la desconfianza en que el proceso pudiera realmente solucionarlos.
Curso tras curso hemos ido reclutando alumnos/as, facilitándoles formación y creando el equipo que ahora tenemos.
Pero, ¿de qué va todo esto? Aquí damos unas pinceladas que servirán para conocer un poco más de este método, que ahora define gran parte de la convivencia de nuestro centro.
Consiste en:
La gestión de conflictos en el cual las personas enfrentadas se reúnen en presencia del mediador o mediadora y, por medio del diálogo, buscan salidas al problema conjuntamente.
- Es voluntaria.
- Es confidencial.
- Los acuerdos y las decisiones las toman libre y responsablemente las personas en conflicto.
La persona mediadora debe:
- No juzgar, no imponer sanciones, no aconsejar y no dar soluciones.
- Mantener la confidencialidad, excepto en situaciones de falta muy grave.
- Velar para que el acuerdo sea equitativo.
¿Quién puede ser mediador/a?
Cualquier persona del centro puede formar parte de la red de mediadores.
Ahora bien, la práctica de la mediación requiere formación y compromiso personal.
La mediación proporciona una salida constructiva a los conflictos diarios y, además, favorece:
- El crecimiento personal.
- La mejora del clima de convivencia del centro
- La participación activa y responsable.
- El cultivo activo de la paz.
¿Cuáles son las normas de la mediación?
- Hablar por turnos y escuchar sin interrumpir.
- Hablar sinceramente y sin ofender.
- Cooperar en la búsqueda de soluciones.
¡Todo tiene solución!
¿Qué comporta ser mediador o mediadora?
- Ser mediador o mediadora significa, en primer lugar, que descartamos la violencia como instrumento válido para solucionar los problemas.
- También quiere decir que aceptamos los conflictos como parte natural de la vida y entendemos que no son ni positivos, ni negativos.
- Sabemos que las sanciones no son la mejor solución.
- No nos quedamos indiferentes cuando un compañero o compañera tiene algún problema y lo pasa mal.
- Actuamos preventivamente, antes que un pequeño conflicto se convierta en un gran conflicto.
- Creemos que en un conflicto todo el mundo puede salir ganando.
¿Por qué la mediación entre iguales?
Los iguales se entienden y confían entre ellos. Hablan el mismo idioma y comparten las mismas preocupaciones. Los mediadores no suponen ningún tipo de amenazas para otros estudiantes ya que no representan a la autoridad.
El proyecto de mediación reconoce que el conflicto es parte de la vida de todos nosotros. El objetivo es ayudar a los estudiantes a resolver sus propios conflictos de forma responsable y constructiva.